viernes, 18 de mayo de 2012
jueves, 3 de mayo de 2012
martes, 1 de mayo de 2012
Las sorpresas de la vida.
Capítulo 2.
La boda.
By Frii Wonka y Neko SasuNaru.
El trabajo había estado bastante pesado para el rubio, por lo que al llegar solo quería encontrar a aquel pelinegro que le hacía un poco menos pesada la marcha. Pero no había nadie en la sala. Se preocupo un poco y lo llamó, una vez. No hubo respuesta. Volvió a llamar y esta vez escuchó su voz.
– ¿Sherlock?
– John, buenas noches. ¿Hiciste la cena o salimos?
– Bueno, estaba por hacerla, pero... – Volteando a ver el refrigerador, en realidad sí tenía las intenciones de preparar algo, tenía mucha hambre.- ¿Dónde has dejado todo lo que compramos ayer?...
– Lo tire. Vengo de la morgue. Traje "algo" que no puede quedarse sin refrigeración.
– ¿Qué? –Se colocaba una mano en la frente- No sé por qué decidí volver a comprar comida... -Toma su chamarra- Bueno en fin, Vamos a donde Angelo's ¿Te parece?, hace mucho que no cenamos allí - Sonreía ampliamente-
– ¿Esta vez si serás mi cita?
– Bueno.. Si a ti no te importa... – Se sonrojaba un poco mirándole en realidad sí sería su primer "cita". Lo que lo hizo reír nerviosamente.
– ¿Qué tal vas con el caso de los niños? – Le dijo tomando abrigo y bufanda, y si en realidad había puesto a investigar a John un caso. Sobre unos niños secuestrados.
– Pues, junte algunas pistas, evidencias en el edificio donde fueron encontrados, algunos chicos de la calle vieron personas rodeando, así que les pedí que vigilara, y si tenían algún indicio de el caso, pues, se lo avisaran a Lestrade... por cierto.. ¿Donde estuviste?. – Le miraba con algo de curiosidad mientras toma sus llaves, y su celular para comenzar a caminar-
– En la morgue, te lo dije. Y – lo miraba ahora con emoción en su rostro. – resolviendo el caso. Recurrí a mi red de vagos. Ellos siempre son eficientes.
– Sí, sí, siempre lo son, Yo también debo conseguirme unos así -Tratando de detener un taxi. Mientras asentía a lo antes dicho, si que eran bastante buenos cuando les daban dinero por información aquellos jóvenes.
– Conseguirte vagos? – Detiene un taxi al primer intento.
– Sí, Bueno – Dejaba salir un suspiro, con derrota al ver que se detenía pro Sherlock y no por él, el taxi. – tú tienes a tus vagos, que ven por ti en todas partes de la ciudad... Yo necesito ir por TODA la ciudad para ver. – Entra al Taxi dándole la dirección al chofer, y el conductor solo sonreía y comenzaba a dar marcha al auto. – ¿Está mal si lo hago?
– Quien es el de la foto? – Le cambiaba el tema, cuando veía de reojo el fondo de pantalla del rubio y lo veía con otro semi abrazados por los hombros.
– En serio? – Lo observaba y después veía su celular, riendo. – Se llama Jude Law, Sherlock, ya te lo dije, es un doctor... – Y era verdad, ya se lo había comentado a Sherlock, que se había encontrado con un doctor. Pero como siempre, No le hacía caso, así que había dejado el tema en paz.
– Gay.
– Sí, lo sé... – Reíaun poco nte la aclaración. – Y su novio– Enfatizando lo otro para que el pelinegro se dejara de celos. – Es muy... Divertido... ¿Quieres que te lo enseñe?
– No es que me me importe. – Volteaba rápidamente a analizar la foto que le estaba por mostrar el rubio– Pero ya que hiciste el esfuerzo de sacar el móvil enséñame.
– Él se llama Robert. – Sonreía mirándolo, enseñándole la foto ahora de un pelinegro, con un rubio muy juntos. Uno tenía un poco de barba y se veía atlético y algo moreno, de haberse bronceado.
– Aún no entiendo porque tienes fotos suyas. – Deduce todo lo que puede con la imagen.
– Bueno, Me pidieron que les tomara unas... Para su Página web. Se van a casar... – Le miraba sonriendo, mientras el otro aún se notaba celoso.
– Robert se ve.. interesante. La forma en la que se miran... – Fruncía el ceño, creo jamás había visto aquella mirada tan intensa y llena de…"Sentimientos"
– Lo sé. Robert lo ama mucho... – Guardaba el móvil para que dejara de deducirlos– Cuando conocí a Jude, Robert fue quien nos sacó la foto. Entonces allí los conocí, Te conté, era en la reunión de la universidad de médicos. Y después me invitaron al ensayo de la boda. De hecho, será en 2 semanas. – Este le miraba de reojo con una sonrisa de oreja a oreja. – ¿Estabas celoso, no es cierto?
– No –Mentía, muy mal por cierto, pues al pelinegro se le notaba lo celoso, hasta por los ojos. – ¿Por qué no me comentaste nada de la boda?
– Por qué, conociéndote, me dirías: "John, las bodas tienen mucha probabilidad de que terminen 1 o 2 años después de consumirse, para que ir a una celebración tan vana e hipócrita, Los sentimientos aquí, son igualmente innecesarios". Por eso... Pero si quieres ir, me dieron dos boletos, así que...
– Coincide con un caso. Iré.
– Bien... – Suspiraba y miraba ahora por la ventana.
|| Dos semanas después... ||
– ¿Te has puesto bien la corbata, Sherlock?
– Mira a John por el espejo mientras se arregla el traje -Yo no uso corbata , no estoy familiarizado con... – Se sorprendía un poco al sentir los dedos de John, por sobre su cuello, ayudándolo a acomodarle la corbata.
– Es una boda, Quieras o no, tienes que ir formal...Ya está.. – Le miraba unos segundos y le acomoda algunos cabellos desordenados de la cabeza– Bien. Vámonos – Sonreía mientras pasaba por ellos un taxi ya llamado.
No tardaron más que una hora en llegar, era una recepción tradicional y pequeña, la familia de ambos novios estaban allí y amigos, no había más que 100 personas máximo.
– Jude! – Lo miraba y le daba un abrazo, para después abrazar a Robert. – Muchas Felicidades, les presento
– Se hacía a un lado dejando pasar a Sherlock. – Él es Sherlock Holmes
– Ah, con que es él. –El pelinegro más pronunciado, s ele quedaba viendo al otro y sonreía mostrando sus perlas blancas con una grata sonrisa. - John nos ha hablado mucho de usted. Sr. Holmes.
– A mi no me hablo de ustedes hasta hace dos semanas. – Contestaba frío como siempre. Escuchando solo un suspiro por parte de John.
– Bueno, él nos contó que tú no crees mucho en eso del "amor", así que no veo por qué contar algo en que no crees. – Sonreía maliciosamente.
– Dios, no... – Volteaba a ver a Jude, como tratando de que lo salvara de esa situación.
– Robert.. Por favor, basta. ¿Ni en nuestra boda puedes detenerte?
– Ya, Ya. Está bien. – Se reía tomándole de la mano, para después posar su mirada a su rubio. – Lo siento.
– ¿Amor? ¿Y tú me hablas de eso? Puedo deducir que tardaste bastante en aceptar tus sentimientos por Jude ¿o me equivoco? Hm.. Claro que no. Incluso –Decía en tono irónico. – había una mujer en tu vida.
– Sherlock! – Este lo miraba, para reprocharle lo que acababa de decir.
– De verdad? -Este soltaba a Jude y se acercaba a Sherlock, mirándolo de pies a cabeza– Lo quieres no es cierto? – Le susurra mientras le daba vuelta al joven diciéndole al oído por detrás. – Y te asusta perderlo, Te asusta mucho, por eso lo alejas de todas las mujeres en su vida. –Se colocaba ahora frente a él y lo volvía a mirar retadoramente a los ojos. – Sí, tenía una mujer, y Jude también, es más, ya se iba a casar con ella. Pero se decidió por mi... ¿Y tú?, ¿Ya te decidiste por la mujer que te manda esos "mensajes"? Porque al pasar por detrás tuyo, creo que alcancé a escuchar un leve gemido, y no creo que mi presencia te haya hecho soltarlo.. – Comenzaba a reír.
– Gemido?... – Miraba a Sherlock con algo de sorpresa. – Pensé que...
Nunca le contesto. – Le devolvía la mirada al rubio, pero con preocupación.
– En serio?
– Vaya... – Suspiraba levemente.
– Vamos John, No te preocupes... – Le daba unas palmaditas en el hombro– ¿Verdad Jude?, será mejor que vayamos a recibir a los demás invitados. – Le daba un beso, comenzando a alejarse.
– J-John..La mujer... ella.. – Miraba al pelinegro con rabia, para después volverse hacía el rubio.
– Está bien Sherlock. No tienes por qué explicarme – Lo decía con algo de tristeza– De todas formas, desde un principio lo sabía.
– John – Se da cuenta de su error, quiere intentar demostrar mas sus sentimientos, por el bien de John, y por su propio bien – Ella no me importa. Tu… – Silencio de nuevo, cuando se trata de sentimientos no entiende nada.
– Sherlock – Le decía ya algo enojado y sintiéndose ya realmente mal– Por favor, ya basta de "Tu" y "yo"– Comenzaba a retirarse, otro rubio solo los miraba a lo lejos, para comenzar a acercarse lentamente al pelinegro. – No te detendré, ya no. Si te quieres ir vete.. Es mas.. – Se regresaba enojado con el seño fruncido– ¿Por qué viniste Sherlock? , Dijiste que por un caso ¿No?, Pues, bueno eres libre de irte...
El pelinegro se sentía sumamente mal, John en verdad le importaba pero no podía, más bien. No sabía cómo demostrarlo. En esos momentos siente una mano en su hombro
– Oh, Jude.. ¿te puedo ayudar en algo?
– Solo tiene que oírlo. Eso es todo.
– Sherlock, No sé qué pensar... En serio, primero estás bien, después por ninguna razón te enojas conmigo, si salgo con Sarah te molesta, si salgo con Molly, aun que de hecho ella está enamorada de ti, te enfada... Pero yo no me puedo enfadar por Irene? – Suspiraba rendido– No te entiendo... Si no sientes nada por mí, Solo dímelo, podré lidiar con ello. Solo hazlo.
– Yo no me enfado contigo – Tomaba a John del brazo para llevarlo al baño, necesitaban algo de privacidad– Me enfado conmigo. – Dice con un sonrojo notable en el rostro – N-nos besamos Desde aquel día eh querido decirte lo que siento. Pero eso significaría aceptar que tengo corazón. Que tengo una debilidad. Podrían hacerte daño–le tomaba de los hombros, mirándolo fijamente a sus orbes. –¿Acaso no lo entiendes?
– Sherlock... – Este sonreía un poco mientras lo tomaba de las caderas– Me pusieron una bomba...Y aún así, Prefería dar mi vida, por salvar la tuya...¿Es que acaso, tú no entiendes? Yo, Sherlock. Jamás había besado, a... Alguien de mi mismo sexo. Pero al besarte a ti, Todo. Todo es diferente. Ni siquiera con todas las mujeres con las que he estado en toda mi vida, he sentido lo que tú me hiciste sentir ese día. Sherlock, Si crees que soy un impedimento para mi... – Le apartaba delicadamente las manos del pelinegro de sus hombros, tomándolas entre las suyas– Si tú lo crees, me apartaré de ti.
– Tu presencia, mi querido John – Primero hacía una mueca al escuchar "Todas las mujeres, pero después apoyaba su frente en la contraria– Ya me es esencial. El impedimento ahora seria apartarte de mi. – Le soltaba una mano, para tomarlo por la nuca y acercarlo a su rostro.
– Lo único que puedo hacer Sherlock... Es esto... – Este cierra los ojos dejándose llevar, colocando sus manos en las mejillas del otro, para acercarlo más y comenzar besarlo, transmitiéndole aquellos sentimientos que las palabras era difícil que transmitieran, y entre cada plazo corto de tomar aire. – Sherlock... Yo... –
Se tardaba un poco más antes de soltar las últimas palabras. – Te... Amo.
– John…– Ante la mirada sorprendida y algo asustada de John, se separa al escuchar lo ultimo– John.. Después de todo si tengo corazón.
– Sherlock.. – Este dejaba salir un suspiro de alivio, por un segundo había sentido que había hecho algo mal.
– También te amo. – Lo toma en sus abrazos y lo aceraba a su cuerpo para susurrar en su oído las últimas palabras.
–Sherlock... – Sentía un escalofrío recorrerle el cuerpo al escuchar lo último, Sintiendo como si el mundo se le abriera nuevamente. Abrazándolo dulcemente mientras hundía su rostro en el hombro del pelinegro mientras una sonrisa ingenua aprecia en su rostro. – Gracias...
– Jhon... – Se le había cortado la respiración al escucharse decir eso en lo que jamás creyó, pero ahora con John en sus brazos era lo más real del mundo, suspiro y lo abrazo con mas fuerza
Estos se quedaban un buen rato abrazados, hasta que comenzaron a escuchar la voz del padre, hablando en la ceremonia– ...Oh rayos, ya inicio! – Volteaba a ver la puerta del baño para ver la pequeña recepción y todos ya habían tomado lugar, y la música comenzaba a escucharse.
– Entonces vayamos.. – Le toma de la mano y salían juntos – ¿Quieres saber cuál es mi caso?
– Claro. Dime cual es? – Este caminaba de la mano junto a él acercándose a todos, quienes veían la ceremonia muy atentos, mientras sonreía y lo miraba atento esperando una larga explicación.
– Investigo si te gustan las bodas – Soltaba la mano de John al notar que se detiene en seco, sonríe y sigue caminando hasta encontrar dos asientos.
Dejaba a un rubio que parpadeabas ligeramente, sintiendo algunas mariposas en el estomago, cosa que desde hacía mucho no sentía, miraba la sonrisa de satisfacción de Sherlock, y solo alcanzaba a soltar una sonrisa nerviosa, para después alcanzarlo y buscar junto con él hasta hallar dos asientos.
– Pues, Sí, creo que ahora puedes ver, que... me encantan las bodas... – Sonreía tomándole nuevamente la mano, entrelazando los dedos.
– Shhh.. John, ya no digas más, respetemos la ceremonia, después investigaremos este caso.. Juntos. – Le toma con agrado de la mano. Entrelazando igualmente su lados. Aparentándolo dulcemente, para no dejarlo ir.
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