martes, 5 de junio de 2012
viernes, 18 de mayo de 2012
jueves, 3 de mayo de 2012
martes, 1 de mayo de 2012
Las sorpresas de la vida.
Capítulo 2.
La boda.
By Frii Wonka y Neko SasuNaru.
El trabajo había estado bastante pesado para el rubio, por lo que al llegar solo quería encontrar a aquel pelinegro que le hacía un poco menos pesada la marcha. Pero no había nadie en la sala. Se preocupo un poco y lo llamó, una vez. No hubo respuesta. Volvió a llamar y esta vez escuchó su voz.
– ¿Sherlock?
– John, buenas noches. ¿Hiciste la cena o salimos?
– Bueno, estaba por hacerla, pero... – Volteando a ver el refrigerador, en realidad sí tenía las intenciones de preparar algo, tenía mucha hambre.- ¿Dónde has dejado todo lo que compramos ayer?...
– Lo tire. Vengo de la morgue. Traje "algo" que no puede quedarse sin refrigeración.
– ¿Qué? –Se colocaba una mano en la frente- No sé por qué decidí volver a comprar comida... -Toma su chamarra- Bueno en fin, Vamos a donde Angelo's ¿Te parece?, hace mucho que no cenamos allí - Sonreía ampliamente-
– ¿Esta vez si serás mi cita?
– Bueno.. Si a ti no te importa... – Se sonrojaba un poco mirándole en realidad sí sería su primer "cita". Lo que lo hizo reír nerviosamente.
– ¿Qué tal vas con el caso de los niños? – Le dijo tomando abrigo y bufanda, y si en realidad había puesto a investigar a John un caso. Sobre unos niños secuestrados.
– Pues, junte algunas pistas, evidencias en el edificio donde fueron encontrados, algunos chicos de la calle vieron personas rodeando, así que les pedí que vigilara, y si tenían algún indicio de el caso, pues, se lo avisaran a Lestrade... por cierto.. ¿Donde estuviste?. – Le miraba con algo de curiosidad mientras toma sus llaves, y su celular para comenzar a caminar-
– En la morgue, te lo dije. Y – lo miraba ahora con emoción en su rostro. – resolviendo el caso. Recurrí a mi red de vagos. Ellos siempre son eficientes.
– Sí, sí, siempre lo son, Yo también debo conseguirme unos así -Tratando de detener un taxi. Mientras asentía a lo antes dicho, si que eran bastante buenos cuando les daban dinero por información aquellos jóvenes.
– Conseguirte vagos? – Detiene un taxi al primer intento.
– Sí, Bueno – Dejaba salir un suspiro, con derrota al ver que se detenía pro Sherlock y no por él, el taxi. – tú tienes a tus vagos, que ven por ti en todas partes de la ciudad... Yo necesito ir por TODA la ciudad para ver. – Entra al Taxi dándole la dirección al chofer, y el conductor solo sonreía y comenzaba a dar marcha al auto. – ¿Está mal si lo hago?
– Quien es el de la foto? – Le cambiaba el tema, cuando veía de reojo el fondo de pantalla del rubio y lo veía con otro semi abrazados por los hombros.
– En serio? – Lo observaba y después veía su celular, riendo. – Se llama Jude Law, Sherlock, ya te lo dije, es un doctor... – Y era verdad, ya se lo había comentado a Sherlock, que se había encontrado con un doctor. Pero como siempre, No le hacía caso, así que había dejado el tema en paz.
– Gay.
– Sí, lo sé... – Reíaun poco nte la aclaración. – Y su novio– Enfatizando lo otro para que el pelinegro se dejara de celos. – Es muy... Divertido... ¿Quieres que te lo enseñe?
– No es que me me importe. – Volteaba rápidamente a analizar la foto que le estaba por mostrar el rubio– Pero ya que hiciste el esfuerzo de sacar el móvil enséñame.
– Él se llama Robert. – Sonreía mirándolo, enseñándole la foto ahora de un pelinegro, con un rubio muy juntos. Uno tenía un poco de barba y se veía atlético y algo moreno, de haberse bronceado.
– Aún no entiendo porque tienes fotos suyas. – Deduce todo lo que puede con la imagen.
– Bueno, Me pidieron que les tomara unas... Para su Página web. Se van a casar... – Le miraba sonriendo, mientras el otro aún se notaba celoso.
– Robert se ve.. interesante. La forma en la que se miran... – Fruncía el ceño, creo jamás había visto aquella mirada tan intensa y llena de…"Sentimientos"
– Lo sé. Robert lo ama mucho... – Guardaba el móvil para que dejara de deducirlos– Cuando conocí a Jude, Robert fue quien nos sacó la foto. Entonces allí los conocí, Te conté, era en la reunión de la universidad de médicos. Y después me invitaron al ensayo de la boda. De hecho, será en 2 semanas. – Este le miraba de reojo con una sonrisa de oreja a oreja. – ¿Estabas celoso, no es cierto?
– No –Mentía, muy mal por cierto, pues al pelinegro se le notaba lo celoso, hasta por los ojos. – ¿Por qué no me comentaste nada de la boda?
– Por qué, conociéndote, me dirías: "John, las bodas tienen mucha probabilidad de que terminen 1 o 2 años después de consumirse, para que ir a una celebración tan vana e hipócrita, Los sentimientos aquí, son igualmente innecesarios". Por eso... Pero si quieres ir, me dieron dos boletos, así que...
– Coincide con un caso. Iré.
– Bien... – Suspiraba y miraba ahora por la ventana.
|| Dos semanas después... ||
– ¿Te has puesto bien la corbata, Sherlock?
– Mira a John por el espejo mientras se arregla el traje -Yo no uso corbata , no estoy familiarizado con... – Se sorprendía un poco al sentir los dedos de John, por sobre su cuello, ayudándolo a acomodarle la corbata.
– Es una boda, Quieras o no, tienes que ir formal...Ya está.. – Le miraba unos segundos y le acomoda algunos cabellos desordenados de la cabeza– Bien. Vámonos – Sonreía mientras pasaba por ellos un taxi ya llamado.
No tardaron más que una hora en llegar, era una recepción tradicional y pequeña, la familia de ambos novios estaban allí y amigos, no había más que 100 personas máximo.
– Jude! – Lo miraba y le daba un abrazo, para después abrazar a Robert. – Muchas Felicidades, les presento
– Se hacía a un lado dejando pasar a Sherlock. – Él es Sherlock Holmes
– Ah, con que es él. –El pelinegro más pronunciado, s ele quedaba viendo al otro y sonreía mostrando sus perlas blancas con una grata sonrisa. - John nos ha hablado mucho de usted. Sr. Holmes.
– A mi no me hablo de ustedes hasta hace dos semanas. – Contestaba frío como siempre. Escuchando solo un suspiro por parte de John.
– Bueno, él nos contó que tú no crees mucho en eso del "amor", así que no veo por qué contar algo en que no crees. – Sonreía maliciosamente.
– Dios, no... – Volteaba a ver a Jude, como tratando de que lo salvara de esa situación.
– Robert.. Por favor, basta. ¿Ni en nuestra boda puedes detenerte?
– Ya, Ya. Está bien. – Se reía tomándole de la mano, para después posar su mirada a su rubio. – Lo siento.
– ¿Amor? ¿Y tú me hablas de eso? Puedo deducir que tardaste bastante en aceptar tus sentimientos por Jude ¿o me equivoco? Hm.. Claro que no. Incluso –Decía en tono irónico. – había una mujer en tu vida.
– Sherlock! – Este lo miraba, para reprocharle lo que acababa de decir.
– De verdad? -Este soltaba a Jude y se acercaba a Sherlock, mirándolo de pies a cabeza– Lo quieres no es cierto? – Le susurra mientras le daba vuelta al joven diciéndole al oído por detrás. – Y te asusta perderlo, Te asusta mucho, por eso lo alejas de todas las mujeres en su vida. –Se colocaba ahora frente a él y lo volvía a mirar retadoramente a los ojos. – Sí, tenía una mujer, y Jude también, es más, ya se iba a casar con ella. Pero se decidió por mi... ¿Y tú?, ¿Ya te decidiste por la mujer que te manda esos "mensajes"? Porque al pasar por detrás tuyo, creo que alcancé a escuchar un leve gemido, y no creo que mi presencia te haya hecho soltarlo.. – Comenzaba a reír.
– Gemido?... – Miraba a Sherlock con algo de sorpresa. – Pensé que...
Nunca le contesto. – Le devolvía la mirada al rubio, pero con preocupación.
– En serio?
– Vaya... – Suspiraba levemente.
– Vamos John, No te preocupes... – Le daba unas palmaditas en el hombro– ¿Verdad Jude?, será mejor que vayamos a recibir a los demás invitados. – Le daba un beso, comenzando a alejarse.
– J-John..La mujer... ella.. – Miraba al pelinegro con rabia, para después volverse hacía el rubio.
– Está bien Sherlock. No tienes por qué explicarme – Lo decía con algo de tristeza– De todas formas, desde un principio lo sabía.
– John – Se da cuenta de su error, quiere intentar demostrar mas sus sentimientos, por el bien de John, y por su propio bien – Ella no me importa. Tu… – Silencio de nuevo, cuando se trata de sentimientos no entiende nada.
– Sherlock – Le decía ya algo enojado y sintiéndose ya realmente mal– Por favor, ya basta de "Tu" y "yo"– Comenzaba a retirarse, otro rubio solo los miraba a lo lejos, para comenzar a acercarse lentamente al pelinegro. – No te detendré, ya no. Si te quieres ir vete.. Es mas.. – Se regresaba enojado con el seño fruncido– ¿Por qué viniste Sherlock? , Dijiste que por un caso ¿No?, Pues, bueno eres libre de irte...
El pelinegro se sentía sumamente mal, John en verdad le importaba pero no podía, más bien. No sabía cómo demostrarlo. En esos momentos siente una mano en su hombro
– Oh, Jude.. ¿te puedo ayudar en algo?
– Solo tiene que oírlo. Eso es todo.
– Sherlock, No sé qué pensar... En serio, primero estás bien, después por ninguna razón te enojas conmigo, si salgo con Sarah te molesta, si salgo con Molly, aun que de hecho ella está enamorada de ti, te enfada... Pero yo no me puedo enfadar por Irene? – Suspiraba rendido– No te entiendo... Si no sientes nada por mí, Solo dímelo, podré lidiar con ello. Solo hazlo.
– Yo no me enfado contigo – Tomaba a John del brazo para llevarlo al baño, necesitaban algo de privacidad– Me enfado conmigo. – Dice con un sonrojo notable en el rostro – N-nos besamos Desde aquel día eh querido decirte lo que siento. Pero eso significaría aceptar que tengo corazón. Que tengo una debilidad. Podrían hacerte daño–le tomaba de los hombros, mirándolo fijamente a sus orbes. –¿Acaso no lo entiendes?
– Sherlock... – Este sonreía un poco mientras lo tomaba de las caderas– Me pusieron una bomba...Y aún así, Prefería dar mi vida, por salvar la tuya...¿Es que acaso, tú no entiendes? Yo, Sherlock. Jamás había besado, a... Alguien de mi mismo sexo. Pero al besarte a ti, Todo. Todo es diferente. Ni siquiera con todas las mujeres con las que he estado en toda mi vida, he sentido lo que tú me hiciste sentir ese día. Sherlock, Si crees que soy un impedimento para mi... – Le apartaba delicadamente las manos del pelinegro de sus hombros, tomándolas entre las suyas– Si tú lo crees, me apartaré de ti.
– Tu presencia, mi querido John – Primero hacía una mueca al escuchar "Todas las mujeres, pero después apoyaba su frente en la contraria– Ya me es esencial. El impedimento ahora seria apartarte de mi. – Le soltaba una mano, para tomarlo por la nuca y acercarlo a su rostro.
– Lo único que puedo hacer Sherlock... Es esto... – Este cierra los ojos dejándose llevar, colocando sus manos en las mejillas del otro, para acercarlo más y comenzar besarlo, transmitiéndole aquellos sentimientos que las palabras era difícil que transmitieran, y entre cada plazo corto de tomar aire. – Sherlock... Yo... –
Se tardaba un poco más antes de soltar las últimas palabras. – Te... Amo.
– John…– Ante la mirada sorprendida y algo asustada de John, se separa al escuchar lo ultimo– John.. Después de todo si tengo corazón.
– Sherlock.. – Este dejaba salir un suspiro de alivio, por un segundo había sentido que había hecho algo mal.
– También te amo. – Lo toma en sus abrazos y lo aceraba a su cuerpo para susurrar en su oído las últimas palabras.
–Sherlock... – Sentía un escalofrío recorrerle el cuerpo al escuchar lo último, Sintiendo como si el mundo se le abriera nuevamente. Abrazándolo dulcemente mientras hundía su rostro en el hombro del pelinegro mientras una sonrisa ingenua aprecia en su rostro. – Gracias...
– Jhon... – Se le había cortado la respiración al escucharse decir eso en lo que jamás creyó, pero ahora con John en sus brazos era lo más real del mundo, suspiro y lo abrazo con mas fuerza
Estos se quedaban un buen rato abrazados, hasta que comenzaron a escuchar la voz del padre, hablando en la ceremonia– ...Oh rayos, ya inicio! – Volteaba a ver la puerta del baño para ver la pequeña recepción y todos ya habían tomado lugar, y la música comenzaba a escucharse.
– Entonces vayamos.. – Le toma de la mano y salían juntos – ¿Quieres saber cuál es mi caso?
– Claro. Dime cual es? – Este caminaba de la mano junto a él acercándose a todos, quienes veían la ceremonia muy atentos, mientras sonreía y lo miraba atento esperando una larga explicación.
– Investigo si te gustan las bodas – Soltaba la mano de John al notar que se detiene en seco, sonríe y sigue caminando hasta encontrar dos asientos.
Dejaba a un rubio que parpadeabas ligeramente, sintiendo algunas mariposas en el estomago, cosa que desde hacía mucho no sentía, miraba la sonrisa de satisfacción de Sherlock, y solo alcanzaba a soltar una sonrisa nerviosa, para después alcanzarlo y buscar junto con él hasta hallar dos asientos.
– Pues, Sí, creo que ahora puedes ver, que... me encantan las bodas... – Sonreía tomándole nuevamente la mano, entrelazando los dedos.
– Shhh.. John, ya no digas más, respetemos la ceremonia, después investigaremos este caso.. Juntos. – Le toma con agrado de la mano. Entrelazando igualmente su lados. Aparentándolo dulcemente, para no dejarlo ir.
sábado, 28 de abril de 2012
Capítulo 1.
El inicio.
By Frii Wonka y Neko SasuNaru.
Era una tarde como cualquier otra, en su hogar en Baker Street. Un Doctor ex militar, llegaba fatigado por el trabajo, y fatigado también porque Lestrade a mitad de camino, lo había interceptado para entregarle nuevos casos a Sherlock, maldecía a veces, porque se sentía cansado, pues hacía ya 3 años de que se metía a trabajar en el hospital con Sarah. Después de que Sherlock fingiera su muerte, no tuvo otra opción más que hacerlo. Llego, dejando los papeles en el escritorio de Sherlock… Y escucho silencio, lo cual era muy extraño. No tenía casos el pelinegro, desde hacía varios días, y pensó que lo encontraría tirado en el sofá o en algún punto en la habitación.
– Sherlock? Tienes un caso… –Buscaba hasta por la habitación pero sin encontrarlo. – Sherlock… Hagamos el amor. – Decía en un tono de broma a la soledad de la habitación. Lo decía de broma y un poco de realidad, después de reencontrarse con Holmes. Sus sentimientos no estaban tan claros..
– ¿ John ?, Esta bien… – Decía un pelinegro entrando de sorpresa en la habitación, helándole hasta el más mínimo pelillo del cuerpo del rubio.
– Y-Yo… – No sabía que le sorprendía más, el hecho de que apareciera como fantasma y no sabía desde a que horas lo estaba escuchando, o el hecho de que aceptara que tuvieran sexo. – Era-Era broma... – reía con sumo nerviosismo, sin saber bien que decir. – Pensé que no… Es que yo… –Se sonrojaba y ya de por sí sentía muy rojas las mejillas, aún no se atrevía a voltear a verlo.
– Que está bien, Resolvamos el caso.
– S-Si, el.. El caso, te lo acabo de dejar en el escritorio. – Suspiraba con alivio y algo de decepción, al menos creía que no lo había escuchado.
– ¿ Porque estas tu en mi escritorio John ? – Decía el pelinegro, estaba tratando de entrelazar los hechos en su cabeza. Además de el hecho de poner más nervioso a John.
– Yo-yo, eh... es que no me hacías caso... Y yo... – Parpadeaba varias veces, ahora volteándolo a ver- yo... – Más nervioso se encontraba, los ojos del otro lo miraban, lo estaba tratando de descifrar con mucha intensidad.– ¿S-Si quieres me puedo ir...?
– No, solo me hizo pensar que tal vez tu... eras mi caso… – Sonrió por lo bajo, como pocas veces hacía. Rostro sonrojado, sudor en la frente, pupilas dilatadas, piel erizada. Pensó. Además de nervioso… Se le notaba a kilómetros que John le gustaba sentirse "acorralado".
– Y-Yo? –Daba un paso hacía él, sin saber en realidad con certeza que rayos estaba haciendo.- P-Pero..-Bajaba la mirada tímidamente, para después subirla nuevamente, y cruzando los brazos, miraba desafiante a Sherlock – ¿Que podrías decir... si yo fuera el caso?. – Sonreía. No sabía bien que estaba haciendo, pero quería seguirle el juego, hasta ver a donde llegaba.
–Hum.. ¿De verdad quieres que te diga? Creí que no te gustaba que te observara con "la mirada" – Al decir eso se acercaba peligrosamente al rostro de John y lo miraba fijamente.
– Pues te equivocabas, Sherlock, no me molesta "la mirada" que haces... Es más... Es interesante, nunca sé qué piensas... Eso sí. – Este le seguía con la mirada, pasando de los labios del pelinegro, hacia sus ojos y viceversa.
– Entonces te diré que veo en tus ojos.. - Se acerca aún más a la cara sonrojada de el rubio, a lo que por instinto, el otro daba solo un ligero paso hacia atrás, pero sin quitar si vista del pelinegro.
– D-Dime... – Sin moverse, pero sintiendo peligrosamente el aliento del otro cerca suyo, se sonrojaba aún más.
– Pupilas dilatadas John.. Acaso tu estas… ¿drogado? – Entrecerraba los ojos, al mismo tiempo se sentía un poco enfadado de que John estuviese ingiriendo cosas dañinas. Y lo sabía bien, porque él también las solía usar en el pasado.
Este voltea la cabeza, para evitar el contacto con Sherlock, por un segundo había perdido el aliento, pero después recordó... que Sherlock... Era Sherlock. – No – Sonríe y se aparta de su lado – ¿ Y tú? – Le señala, pues Sherlock también las tenía un tanto dilatadas.
Se sonrojó levemente, la verdad es que sabía muy bien porque le ocurría eso, no tenia muy claro el cómo pero después se ocuparía de eso, ahora lo importante era pensar lo mas rápido que pueda en una buena excusa para cubrir su... lo que fuera – Puede ser, tengo 5 parches de nicotina -– respondió apenas dos segundos de la pregunta John.
– Bien... Iré a la tienda, por algo de Leche... Por alguna extraña razón, se ha estado acabando más rápido de lo que pensé... ¿Me acompañas? o ¿Quieres que te traiga algo? –Asiente sonriendo, Buena respuesta. Pensó, aun que se sentía un poco desilusionado, pero lo dejó pasar. Le decía lo último con una media sonrisa y colocándose la chamarra. Él necesitaba pensar, necesitaba aire fresco.
– Pues… – El pelinegro sabia que descolocaría al rubio con la respuesta que le iba a dar – Te acompaño – Se levanta y colocándose su abrigo y bufanda camina a su lado hasta llegar a la puerta.
– El aire nocturno me gusta mucho... ¿Por cierto, Entonces, terminaste el caso del Tabaco? , Desde hace mucho lo dejaste pendiente en tu página web… – Reía un poco al hacer la pregunta, pues sabía bien la respuesta, pero le gustaba molestarlo.
– ¿Porqué me evitas John? – Lo mira con desaprobación unos segundos y luego mira el cielo estrellado y es que era verdad, desde hacía unas semanas, John no hacía más que evitarlo diciéndole que su trabajo en el hospital ahora era más prioridad para él. Sherlock daba conjeturas a eso, pero evitaba decirlas por miedo a que fuesen erróneas y solo imaginaciones de él. Aun qué por otro lado. Él siempre tenía la razón.
– ¿De nuevo con eso... Sherlock? -Este le volteaba a ver y suspiraba con un tono de fastidio, ya le había preguntado muchas veces eso el pelinegro, pero siempre le decía lo mismo "No te evito, es el trabajo".
Seguían caminando, notando que el otro miraba al cielo, este también miraba al cielo– No... No te he estado evitando... Ya te lo dije, Tenía que trabajar... Además!, tú también pareces estar evitándome...
– Yo no te evito.. tú me cambiaste por Sarah
–¿"Cambiaste"?.. Wo,Wo, Wo Espera... ¿Qué?... – Hace que se detenga, tomándolo del brazo– ¿Estas,
hablando en serio, Sherlock? ¿Acaso... Estas Celoso?
– ¿ Celoso John? Por favor.. no sé qué es eso. – Frunce el ceño y sigue caminando. No quería contestar, su pulso se estaba acelerando y tenía que calmarse, autocorregirse por unos segundos.
– Entonces por que me dijiste? – Lo Volvía a detener, Obligándolo a mirarlo. – "Me cambiaste por Sarah", Sherlock si he aprendido de tus Deducciones, Eso me traería a que estás celoso de que esté con ella... -Se queda en silencio unos instantes- O tienes miedo a que me vaya con ella.. Para siempre.
– N-no lo harías.. tu no me dejarías John – le toma de los dos brazos y lo acerca un poco a él, mirándolo con suma preocupación, dejando toda la lógica de lado… Por primera vez en su vida. Tenía preocupación, una real preocupación.
– S-Sherlock.. Tranquilo... No, Yo jamás te dejaría. Solo, quiero que me digas la verdad... – El rubio se sorprenda ante la reacción, en realidad no había pensado que reaccionaría así.
– ¿ Verdad ? – Sabía perfectamente lo que eso significa, pero no estaba seguro sobre lo que haría, necesitaba ganar tiempo, aunque sean unos minutos, la falta de experiencia lo ponía en muchísima desventaja – ¿ A qué te refieres ?
– A nada... Sherlock, a Nada... – Este bajaba los hombros, mirando lo evidente, pero después se rinde. Sonríe y sigue caminando- Ven, Ya casi estamos cerca. Además Mrs Hudson estará preocupada de que hayamos salido tan tarde... – Reía ligeramente, tratando de ocultar aquella decepción que le había
provocado la ultima pregunta de Sherlock.
– ¡John! – Se da cuenta de la decepción de su compañero, siente que tiene que hacer algo.. actuar.. no dejarlo ir.. de nuevo -¡ ¡John! – Vuelve a repetir y súbitamente lo toma del brazo obligándolo a voltearse, no sabe si es correcto lo que hará, por primera vez no deduce nada de los hechos; se inclina lentamente sin apartar la mirada del rubio
– Sherlock, que pasa? – De sorpresa, la primera reacción del rubio ante eso, es dar un paso hacia atrás, pero al ser sujetado, es obligado a quedarse detenido, mirándolo a los ojos para después señalar la tienda- Solo iba a la tienda.., – Se ríe y le observa cuidadosamente, se le notaba algo...¿Preocupado? – ¿Que tienes?
Traga un poco de saliva, no sabe cómo hacer esto pero es demasiado tarde para arrepentirse… Además estaba decidido, quería intentarlo – ¿ De verdad no lo has notado John? que ocurre en tu cabeza, que no te das cuenta que necesito tu presencia? – Acerca la boca a la de su amado amigo sin llegar a tocarla, espera alguna reacción de él.
– Y-Yo... – El rubio se sonroja de sobremanera, se queda congelado por unos segundos... Había soñado con esto, y es más, porque no decirlo... Lo había deseado alguna vez, pero ahora tenerlo frente a si... De esa manera... Este lo observaba atentamente a los ojos mientras su sonrojo no dejaba de ser evidente– Sherlock... Pensé que... Yo no... -Tomaba algo de aire para formular bien lo que iba a decir. – Pensé que tú.. No te dabas cuenta, Que yo te necesito... a ti. Más de lo que tú me necesitas a mi.
– En eso te equivocas John, estaría perdido sin mi blogger y mi médico personal – Sin pensarlo dos veces se abalanza a la boca del otro.
John sin poder reaccionar, y evitar el beso, simplemente se dejo llevar, cerrando lentamente los ojos, para después inevitablemente, rodear sus hombros con sus propios brazos. Sherlock por lo contrario dejaba de sujetar su brazo y en su lugar entrelazaba en los cabellos rubios sus largos dedos, su mente esta en blanco por primera vez en su vida, ni siquiera asimila que ese es su primer beso, pero que no pueda pensar en nada no significa que no le guste. John abría un poco la boca, pues sentía como los labios inexpertos del pelinegro, no sabían como danzar con los suyos, por lo cual, entre caricia y rose entre ambos, hacía que el otro abriera un poco la boca, introduciendo lentamente su lengua, jugueteando con la de él.
– Sh..Sherlock.. – A falta de aire, unos minutos después ya se habían separado, mirándose directamente a los ojos.
– John.. y-yo... – No sabía que articular, nada de palabras subían a su cerebro, a aquel inteligente ser, no se le ocurría nada.
- También yo a ti... - Este solo sonreía, tomándole de la mejilla a Sherlock, dándole otro beso en los labios para después tomar dulcemente su mano– Ahora.. ¿Vamos a la tienda a que compre la leche, y podamos cenar tranquilos? – El pelinegro sonreía de medio lado siguiendo con agrado a John, ya después hablarían…
Ahora solo importaba que ya se sentían cerca, y juntos de nuevo.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)