Capítulo 1.
El inicio.
By Frii Wonka y Neko SasuNaru.
Era una tarde como cualquier otra, en su hogar en Baker Street. Un Doctor ex militar, llegaba fatigado por el trabajo, y fatigado también porque Lestrade a mitad de camino, lo había interceptado para entregarle nuevos casos a Sherlock, maldecía a veces, porque se sentía cansado, pues hacía ya 3 años de que se metía a trabajar en el hospital con Sarah. Después de que Sherlock fingiera su muerte, no tuvo otra opción más que hacerlo. Llego, dejando los papeles en el escritorio de Sherlock… Y escucho silencio, lo cual era muy extraño. No tenía casos el pelinegro, desde hacía varios días, y pensó que lo encontraría tirado en el sofá o en algún punto en la habitación.
– Sherlock? Tienes un caso… –Buscaba hasta por la habitación pero sin encontrarlo. – Sherlock… Hagamos el amor. – Decía en un tono de broma a la soledad de la habitación. Lo decía de broma y un poco de realidad, después de reencontrarse con Holmes. Sus sentimientos no estaban tan claros..
– ¿ John ?, Esta bien… – Decía un pelinegro entrando de sorpresa en la habitación, helándole hasta el más mínimo pelillo del cuerpo del rubio.
– Y-Yo… – No sabía que le sorprendía más, el hecho de que apareciera como fantasma y no sabía desde a que horas lo estaba escuchando, o el hecho de que aceptara que tuvieran sexo. – Era-Era broma... – reía con sumo nerviosismo, sin saber bien que decir. – Pensé que no… Es que yo… –Se sonrojaba y ya de por sí sentía muy rojas las mejillas, aún no se atrevía a voltear a verlo.
– Que está bien, Resolvamos el caso.
– S-Si, el.. El caso, te lo acabo de dejar en el escritorio. – Suspiraba con alivio y algo de decepción, al menos creía que no lo había escuchado.
– ¿ Porque estas tu en mi escritorio John ? – Decía el pelinegro, estaba tratando de entrelazar los hechos en su cabeza. Además de el hecho de poner más nervioso a John.
– Yo-yo, eh... es que no me hacías caso... Y yo... – Parpadeaba varias veces, ahora volteándolo a ver- yo... – Más nervioso se encontraba, los ojos del otro lo miraban, lo estaba tratando de descifrar con mucha intensidad.– ¿S-Si quieres me puedo ir...?
– No, solo me hizo pensar que tal vez tu... eras mi caso… – Sonrió por lo bajo, como pocas veces hacía. Rostro sonrojado, sudor en la frente, pupilas dilatadas, piel erizada. Pensó. Además de nervioso… Se le notaba a kilómetros que John le gustaba sentirse "acorralado".
– Y-Yo? –Daba un paso hacía él, sin saber en realidad con certeza que rayos estaba haciendo.- P-Pero..-Bajaba la mirada tímidamente, para después subirla nuevamente, y cruzando los brazos, miraba desafiante a Sherlock – ¿Que podrías decir... si yo fuera el caso?. – Sonreía. No sabía bien que estaba haciendo, pero quería seguirle el juego, hasta ver a donde llegaba.
–Hum.. ¿De verdad quieres que te diga? Creí que no te gustaba que te observara con "la mirada" – Al decir eso se acercaba peligrosamente al rostro de John y lo miraba fijamente.
– Pues te equivocabas, Sherlock, no me molesta "la mirada" que haces... Es más... Es interesante, nunca sé qué piensas... Eso sí. – Este le seguía con la mirada, pasando de los labios del pelinegro, hacia sus ojos y viceversa.
– Entonces te diré que veo en tus ojos.. - Se acerca aún más a la cara sonrojada de el rubio, a lo que por instinto, el otro daba solo un ligero paso hacia atrás, pero sin quitar si vista del pelinegro.
– D-Dime... – Sin moverse, pero sintiendo peligrosamente el aliento del otro cerca suyo, se sonrojaba aún más.
– Pupilas dilatadas John.. Acaso tu estas… ¿drogado? – Entrecerraba los ojos, al mismo tiempo se sentía un poco enfadado de que John estuviese ingiriendo cosas dañinas. Y lo sabía bien, porque él también las solía usar en el pasado.
Este voltea la cabeza, para evitar el contacto con Sherlock, por un segundo había perdido el aliento, pero después recordó... que Sherlock... Era Sherlock. – No – Sonríe y se aparta de su lado – ¿ Y tú? – Le señala, pues Sherlock también las tenía un tanto dilatadas.
Se sonrojó levemente, la verdad es que sabía muy bien porque le ocurría eso, no tenia muy claro el cómo pero después se ocuparía de eso, ahora lo importante era pensar lo mas rápido que pueda en una buena excusa para cubrir su... lo que fuera – Puede ser, tengo 5 parches de nicotina -– respondió apenas dos segundos de la pregunta John.
– Bien... Iré a la tienda, por algo de Leche... Por alguna extraña razón, se ha estado acabando más rápido de lo que pensé... ¿Me acompañas? o ¿Quieres que te traiga algo? –Asiente sonriendo, Buena respuesta. Pensó, aun que se sentía un poco desilusionado, pero lo dejó pasar. Le decía lo último con una media sonrisa y colocándose la chamarra. Él necesitaba pensar, necesitaba aire fresco.
– Pues… – El pelinegro sabia que descolocaría al rubio con la respuesta que le iba a dar – Te acompaño – Se levanta y colocándose su abrigo y bufanda camina a su lado hasta llegar a la puerta.
– El aire nocturno me gusta mucho... ¿Por cierto, Entonces, terminaste el caso del Tabaco? , Desde hace mucho lo dejaste pendiente en tu página web… – Reía un poco al hacer la pregunta, pues sabía bien la respuesta, pero le gustaba molestarlo.
– ¿Porqué me evitas John? – Lo mira con desaprobación unos segundos y luego mira el cielo estrellado y es que era verdad, desde hacía unas semanas, John no hacía más que evitarlo diciéndole que su trabajo en el hospital ahora era más prioridad para él. Sherlock daba conjeturas a eso, pero evitaba decirlas por miedo a que fuesen erróneas y solo imaginaciones de él. Aun qué por otro lado. Él siempre tenía la razón.
– ¿De nuevo con eso... Sherlock? -Este le volteaba a ver y suspiraba con un tono de fastidio, ya le había preguntado muchas veces eso el pelinegro, pero siempre le decía lo mismo "No te evito, es el trabajo".
Seguían caminando, notando que el otro miraba al cielo, este también miraba al cielo– No... No te he estado evitando... Ya te lo dije, Tenía que trabajar... Además!, tú también pareces estar evitándome...
– Yo no te evito.. tú me cambiaste por Sarah
–¿"Cambiaste"?.. Wo,Wo, Wo Espera... ¿Qué?... – Hace que se detenga, tomándolo del brazo– ¿Estas,
hablando en serio, Sherlock? ¿Acaso... Estas Celoso?
– ¿ Celoso John? Por favor.. no sé qué es eso. – Frunce el ceño y sigue caminando. No quería contestar, su pulso se estaba acelerando y tenía que calmarse, autocorregirse por unos segundos.
– Entonces por que me dijiste? – Lo Volvía a detener, Obligándolo a mirarlo. – "Me cambiaste por Sarah", Sherlock si he aprendido de tus Deducciones, Eso me traería a que estás celoso de que esté con ella... -Se queda en silencio unos instantes- O tienes miedo a que me vaya con ella.. Para siempre.
– N-no lo harías.. tu no me dejarías John – le toma de los dos brazos y lo acerca un poco a él, mirándolo con suma preocupación, dejando toda la lógica de lado… Por primera vez en su vida. Tenía preocupación, una real preocupación.
– S-Sherlock.. Tranquilo... No, Yo jamás te dejaría. Solo, quiero que me digas la verdad... – El rubio se sorprenda ante la reacción, en realidad no había pensado que reaccionaría así.
– ¿ Verdad ? – Sabía perfectamente lo que eso significa, pero no estaba seguro sobre lo que haría, necesitaba ganar tiempo, aunque sean unos minutos, la falta de experiencia lo ponía en muchísima desventaja – ¿ A qué te refieres ?
– A nada... Sherlock, a Nada... – Este bajaba los hombros, mirando lo evidente, pero después se rinde. Sonríe y sigue caminando- Ven, Ya casi estamos cerca. Además Mrs Hudson estará preocupada de que hayamos salido tan tarde... – Reía ligeramente, tratando de ocultar aquella decepción que le había
provocado la ultima pregunta de Sherlock.
– ¡John! – Se da cuenta de la decepción de su compañero, siente que tiene que hacer algo.. actuar.. no dejarlo ir.. de nuevo -¡ ¡John! – Vuelve a repetir y súbitamente lo toma del brazo obligándolo a voltearse, no sabe si es correcto lo que hará, por primera vez no deduce nada de los hechos; se inclina lentamente sin apartar la mirada del rubio
– Sherlock, que pasa? – De sorpresa, la primera reacción del rubio ante eso, es dar un paso hacia atrás, pero al ser sujetado, es obligado a quedarse detenido, mirándolo a los ojos para después señalar la tienda- Solo iba a la tienda.., – Se ríe y le observa cuidadosamente, se le notaba algo...¿Preocupado? – ¿Que tienes?
Traga un poco de saliva, no sabe cómo hacer esto pero es demasiado tarde para arrepentirse… Además estaba decidido, quería intentarlo – ¿ De verdad no lo has notado John? que ocurre en tu cabeza, que no te das cuenta que necesito tu presencia? – Acerca la boca a la de su amado amigo sin llegar a tocarla, espera alguna reacción de él.
– Y-Yo... – El rubio se sonroja de sobremanera, se queda congelado por unos segundos... Había soñado con esto, y es más, porque no decirlo... Lo había deseado alguna vez, pero ahora tenerlo frente a si... De esa manera... Este lo observaba atentamente a los ojos mientras su sonrojo no dejaba de ser evidente– Sherlock... Pensé que... Yo no... -Tomaba algo de aire para formular bien lo que iba a decir. – Pensé que tú.. No te dabas cuenta, Que yo te necesito... a ti. Más de lo que tú me necesitas a mi.
– En eso te equivocas John, estaría perdido sin mi blogger y mi médico personal – Sin pensarlo dos veces se abalanza a la boca del otro.
John sin poder reaccionar, y evitar el beso, simplemente se dejo llevar, cerrando lentamente los ojos, para después inevitablemente, rodear sus hombros con sus propios brazos. Sherlock por lo contrario dejaba de sujetar su brazo y en su lugar entrelazaba en los cabellos rubios sus largos dedos, su mente esta en blanco por primera vez en su vida, ni siquiera asimila que ese es su primer beso, pero que no pueda pensar en nada no significa que no le guste. John abría un poco la boca, pues sentía como los labios inexpertos del pelinegro, no sabían como danzar con los suyos, por lo cual, entre caricia y rose entre ambos, hacía que el otro abriera un poco la boca, introduciendo lentamente su lengua, jugueteando con la de él.
– Sh..Sherlock.. – A falta de aire, unos minutos después ya se habían separado, mirándose directamente a los ojos.
– John.. y-yo... – No sabía que articular, nada de palabras subían a su cerebro, a aquel inteligente ser, no se le ocurría nada.
- También yo a ti... - Este solo sonreía, tomándole de la mejilla a Sherlock, dándole otro beso en los labios para después tomar dulcemente su mano– Ahora.. ¿Vamos a la tienda a que compre la leche, y podamos cenar tranquilos? – El pelinegro sonreía de medio lado siguiendo con agrado a John, ya después hablarían…
Ahora solo importaba que ya se sentían cerca, y juntos de nuevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario