sábado, 28 de abril de 2012


Capítulo 1.

El inicio.

By Frii Wonka y Neko SasuNaru.

Era una tarde como cualquier otra, en su hogar en Baker Street. Un Doctor ex militar, llegaba fatigado por el trabajo, y fatigado también porque Lestrade a mitad de camino, lo había interceptado para entregarle nuevos casos a Sherlock, maldecía a veces, porque se sentía cansado, pues hacía ya 3 años de que se metía a trabajar en el hospital con Sarah. Después de que Sherlock fingiera su muerte, no tuvo otra opción más que hacerlo. Llego, dejando los papeles en el escritorio de Sherlock… Y escucho silencio, lo cual era muy extraño. No tenía casos el pelinegro, desde hacía varios días, y pensó que lo encontraría tirado en el sofá o en algún punto en la habitación.

– Sherlock? Tienes un caso… –Buscaba hasta por la habitación pero sin encontrarlo. – Sherlock… Hagamos el amor. – Decía en un tono de broma a la soledad de la habitación. Lo decía de broma y un poco de realidad, después de reencontrarse con Holmes. Sus sentimientos no estaban tan claros..

– ¿ John ?, Esta bien… – Decía un pelinegro entrando de sorpresa en la habitación, helándole hasta el más mínimo pelillo del cuerpo del rubio.

– Y-Yo… – No sabía que le sorprendía más, el hecho de que apareciera como fantasma y no sabía desde a que horas lo estaba escuchando, o el hecho de que aceptara que tuvieran sexo. – Era-Era broma... – reía con sumo nerviosismo, sin saber bien que decir. – Pensé que no… Es que yo… –Se sonrojaba y ya de por sí sentía muy rojas las mejillas, aún no se atrevía a voltear a verlo.

– Que está bien, Resolvamos el caso.

– S-Si, el.. El caso, te lo acabo de dejar en el escritorio. – Suspiraba con alivio y algo de decepción, al menos creía que no lo había escuchado.

– ¿ Porque estas tu en mi escritorio John ? – Decía el pelinegro, estaba tratando de entrelazar los hechos en su cabeza. Además de el hecho de poner más nervioso a John.

– Yo-yo, eh... es que no me hacías caso... Y yo... – Parpadeaba varias veces, ahora volteándolo a ver- yo... – Más nervioso se encontraba, los ojos del otro lo miraban, lo estaba tratando de descifrar con mucha intensidad.– ¿S-Si quieres me puedo ir...?

– No, solo me hizo pensar que tal vez tu... eras mi caso… – Sonrió por lo bajo, como pocas veces hacía. Rostro sonrojado, sudor en la frente, pupilas dilatadas, piel erizada. Pensó. Además de nervioso… Se le notaba a kilómetros que John le gustaba sentirse "acorralado".

– Y-Yo? –Daba un paso hacía él, sin saber en realidad con certeza que rayos estaba haciendo.- P-Pero..-Bajaba la mirada tímidamente, para después subirla nuevamente, y cruzando los brazos, miraba desafiante a Sherlock – ¿Que podrías decir... si yo fuera el caso?. – Sonreía. No sabía bien que estaba haciendo, pero quería seguirle el juego, hasta ver a donde llegaba.

–Hum.. ¿De verdad quieres que te diga? Creí que no te gustaba que te observara con "la mirada" – Al decir eso se acercaba peligrosamente al rostro de John y lo miraba fijamente.

– Pues te equivocabas, Sherlock, no me molesta "la mirada" que haces... Es más... Es interesante, nunca sé qué piensas... Eso sí. – Este le seguía con la mirada, pasando de los labios del pelinegro, hacia sus ojos y viceversa.

– Entonces te diré que veo en tus ojos.. - Se acerca aún más a la cara sonrojada de el rubio, a lo que por instinto, el otro daba solo un ligero paso hacia atrás, pero sin quitar si vista del pelinegro.

– D-Dime... – Sin moverse, pero sintiendo peligrosamente el aliento del otro cerca suyo, se sonrojaba aún más.

– Pupilas dilatadas John.. Acaso tu estas… ¿drogado? – Entrecerraba los ojos, al mismo tiempo se sentía un poco enfadado de que John estuviese ingiriendo cosas dañinas. Y lo sabía bien, porque él también las solía usar en el pasado.

Este voltea la cabeza, para evitar el contacto con Sherlock, por un segundo había perdido el aliento, pero después recordó... que Sherlock... Era Sherlock. – No – Sonríe y se aparta de su lado – ¿ Y tú? – Le señala, pues Sherlock también las tenía un tanto dilatadas.

Se sonrojó levemente, la verdad es que sabía muy bien porque le ocurría eso, no tenia muy claro el cómo pero después se ocuparía de eso, ahora lo importante era pensar lo mas rápido que pueda en una buena excusa para cubrir su... lo que fuera – Puede ser, tengo 5 parches de nicotina -– respondió apenas dos segundos de la pregunta John.

– Bien... Iré a la tienda, por algo de Leche... Por alguna extraña razón, se ha estado acabando más rápido de lo que pensé... ¿Me acompañas? o ¿Quieres que te traiga algo? –Asiente sonriendo, Buena respuesta. Pensó, aun que se sentía un poco desilusionado, pero lo dejó pasar. Le decía lo último con una media sonrisa y colocándose la chamarra. Él necesitaba pensar, necesitaba aire fresco.

– Pues… – El pelinegro sabia que descolocaría al rubio con la respuesta que le iba a dar – Te acompaño – Se levanta y colocándose su abrigo y bufanda camina a su lado hasta llegar a la puerta.

– El aire nocturno me gusta mucho... ¿Por cierto, Entonces, terminaste el caso del Tabaco? , Desde hace mucho lo dejaste pendiente en tu página web… – Reía un poco al hacer la pregunta, pues sabía bien la respuesta, pero le gustaba molestarlo.

– ¿Porqué me evitas John? – Lo mira con desaprobación unos segundos y luego mira el cielo estrellado y es que era verdad, desde hacía unas semanas, John no hacía más que evitarlo diciéndole que su trabajo en el hospital ahora era más prioridad para él. Sherlock daba conjeturas a eso, pero evitaba decirlas por miedo a que fuesen erróneas y solo imaginaciones de él. Aun qué por otro lado. Él siempre tenía la razón.

– ¿De nuevo con eso... Sherlock? -Este le volteaba a ver y suspiraba con un tono de fastidio, ya le había preguntado muchas veces eso el pelinegro, pero siempre le decía lo mismo "No te evito, es el trabajo". 
Seguían caminando, notando que el otro miraba al cielo, este también miraba al cielo– No... No te he estado evitando... Ya te lo dije, Tenía que trabajar... Además!, tú también pareces estar evitándome...

– Yo no te evito.. tú me cambiaste por Sarah

–¿"Cambiaste"?.. Wo,Wo, Wo Espera... ¿Qué?... – Hace que se detenga, tomándolo del brazo– ¿Estas, 
hablando en serio, Sherlock? ¿Acaso... Estas Celoso?

– ¿ Celoso John? Por favor.. no sé qué es eso. – Frunce el ceño y sigue caminando. No quería contestar, su pulso se estaba acelerando y tenía que calmarse, autocorregirse por unos segundos.

– Entonces por que me dijiste? – Lo Volvía a detener, Obligándolo a mirarlo. – "Me cambiaste por Sarah", Sherlock si he aprendido de tus Deducciones, Eso me traería a que estás celoso de que esté con ella... -Se queda en silencio unos instantes- O tienes miedo a que me vaya con ella.. Para siempre.

– N-no lo harías.. tu no me dejarías John – le toma de los dos brazos y lo acerca un poco a él, mirándolo con suma preocupación, dejando toda la lógica de lado… Por primera vez en su vida. Tenía preocupación, una real preocupación.

– S-Sherlock.. Tranquilo... No, Yo jamás te dejaría. Solo, quiero que me digas la verdad... – El rubio se sorprenda ante la reacción, en realidad no había pensado que reaccionaría así.

– ¿ Verdad ? – Sabía perfectamente lo que eso significa, pero no estaba seguro sobre lo que haría, necesitaba ganar tiempo, aunque sean unos minutos, la falta de experiencia lo ponía en muchísima desventaja – ¿ A qué te refieres ?

– A nada... Sherlock, a Nada... – Este bajaba los hombros, mirando lo evidente, pero después se rinde. Sonríe y sigue caminando- Ven, Ya casi estamos cerca. Además Mrs Hudson estará preocupada de que hayamos salido tan tarde... – Reía ligeramente, tratando de ocultar aquella decepción que le había 
provocado la ultima pregunta de Sherlock.

– ¡John! – Se da cuenta de la decepción de su compañero, siente que tiene que hacer algo.. actuar.. no dejarlo ir.. de nuevo -¡ ¡John! – Vuelve a repetir y súbitamente lo toma del brazo obligándolo a voltearse, no sabe si es correcto lo que hará, por primera vez no deduce nada de los hechos; se inclina lentamente sin apartar la mirada del rubio

– Sherlock, que pasa? – De sorpresa, la primera reacción del rubio ante eso, es dar un paso hacia atrás, pero al ser sujetado, es obligado a quedarse detenido, mirándolo a los ojos para después señalar la tienda- Solo iba a la tienda.., – Se ríe y le observa cuidadosamente, se le notaba algo...¿Preocupado? – ¿Que tienes?

Traga un poco de saliva, no sabe cómo hacer esto pero es demasiado tarde para arrepentirse… Además estaba decidido, quería intentarlo – ¿ De verdad no lo has notado John? que ocurre en tu cabeza, que no te das cuenta que necesito tu presencia? – Acerca la boca a la de su amado amigo sin llegar a tocarla, espera alguna reacción de él.

– Y-Yo... – El rubio se sonroja de sobremanera, se queda congelado por unos segundos... Había soñado con esto, y es más, porque no decirlo... Lo había deseado alguna vez, pero ahora tenerlo frente a si... De esa manera... Este lo observaba atentamente a los ojos mientras su sonrojo no dejaba de ser evidente– Sherlock... Pensé que... Yo no... -Tomaba algo de aire para formular bien lo que iba a decir. – Pensé que tú.. No te dabas cuenta, Que yo te necesito... a ti. Más de lo que tú me necesitas a mi.

– En eso te equivocas John, estaría perdido sin mi blogger y mi médico personal – Sin pensarlo dos veces se abalanza a la boca del otro.

John sin poder reaccionar, y evitar el beso, simplemente se dejo llevar, cerrando lentamente los ojos, para después inevitablemente, rodear sus hombros con sus propios brazos. Sherlock por lo contrario dejaba de sujetar su brazo y en su lugar entrelazaba en los cabellos rubios sus largos dedos, su mente esta en blanco por primera vez en su vida, ni siquiera asimila que ese es su primer beso, pero que no pueda pensar en nada no significa que no le guste. John abría un poco la boca, pues sentía como los labios inexpertos del pelinegro, no sabían como danzar con los suyos, por lo cual, entre caricia y rose entre ambos, hacía que el otro abriera un poco la boca, introduciendo lentamente su lengua, jugueteando con la de él.

– Sh..Sherlock.. – A falta de aire, unos minutos después ya se habían separado, mirándose directamente a los ojos.

– John.. y-yo... – No sabía que articular, nada de palabras subían a su cerebro, a aquel inteligente ser, no se le ocurría nada.

- También yo a ti... - Este solo sonreía, tomándole de la mejilla a Sherlock, dándole otro beso en los labios para después tomar dulcemente su mano– Ahora.. ¿Vamos a la tienda a que compre la leche, y podamos cenar tranquilos? – El pelinegro sonreía de medio lado siguiendo con agrado a John, ya después hablarían…
Ahora solo importaba que ya se sentían cerca, y juntos de nuevo.

The Avengers.



Entrevista exclusiva: Lara Pulver Habla de la nueva temporada de Sherlock



La figura literaria de Irene Adler hace honor a su apellido - ella es la única mujer  de Arthur Conan Doyle que puede hacer menos al famoso Sherlock Holmes. Con ese tipo de poder, no es de extrañar el carácter se puede encantar y entorpecer a Holmes en Sherlock,una toma contemporánea del detective desarrollado por escritores y productores; Mark Gatiss y Steven Moffat para la BBC. La segunda temporada comienza este domingo en la cadena PBS a las 9 PM en the U.S. (La segunda temporada ya corrió en la BBC de partida el día de Año Nuevo.

Benedict Cumberbatch como Sherlock Holmes y Martin Freeman como suacompañante, veterano de la guerra afgana, John Watson, se elevó a la popularidad internacional cuando protagonizó en 2010 la primera temporada de Sherlock. Lara Pulver desempeña la fascinante Irene, que aparece en el episodio debut de dos temporadas, "A Scandal in Belgravia."

Pulver tiene una carrera de la etapa sustancial en su país natal, Inglaterra. Ella interpretó a Isabella en la reciente versión de la BBC de Robin Hood y a Sookie Stackhousede hada madrina de Claudine en True Blood. La actriz está claramente encantada conSherlock y tiene bastantes pocas historias de la serie, algunos de ellos, incluso sobre El Hobbit, que cuenta con Freeman en el papel protagonico del joven Bilbo Bolsón y Cumberbatch como el dragón Smaug.

AX: ¿Habías leído un montón de historias de Sherlock Holmes antes de que se involucrara con Sherlock?

LARA PULVER: No. Yo había leído algunas de las cosas de Conan Doyle en la escuela secundaria, pero yo no lo había tocado alguna vez. El proyecto comenzó dos días después y, afortunadamente, Steven Moffat había escrito un personaje tan completa que me fui en ella sabiendo que ella era de origen americano y había pequeñas cosas que pensé que si yo quiero trabajar en [la se puede hacer], pero es saber que están ahí, están en algún lugar de las capas del personaje que estaba construyendo.

AX: ¿El papel de Irene Adler tiene un acento americano en todo esto?

PULVER: Oh, no, porque no pasan la mayor parte de su vida allí, que yo crea.

AX: ¿Hay alguna relación entre la reproducción de un personaje de otro mundo, como Claudine en True Blood y un personaje como Irene, que no es literalmente otro mundo, pero diferente de casi todo el mundo a su alrededor?

PULVER: Hay algo en los dos - que son las feministas en una forma extraña, ¿no? [Risas] Se trata de utilizar el poder de ser mujer. Lo siento por los dos personajes. Hay similitudes. Yo diría que [la diferencia es más pronunciada] En True Blood, en el sentido de que ella no era quién era realmente. Ella era parte del mundo duende y quería protegerse a sí misma [pretendiendo ser] un hada. En Sherlock, ni siquiera estoy seguro de que ella es consciente - No sé que la conciencia de su sea diferente, incluso entra en su mente.

AX: Irene Adler es famosa por la única mujer que es de interés para Sherlock Holmes.¿Usted y Benedict Cumberbatch reprodujeron sus escenas como si Sherlock fuera un emocional, y no literalmente, virgen?

PULVER: Esa no es nuestra intención en absoluto. No quiero hablar en nombre de Benny, pero no creo que esa es su intención ya sea cuando está jugando. Creo que [Sherlock ha] nunca conocido a su partido de esa manera, y creo que otras cosas siempre han preocupado por su cerebro. Creo que en la lista del uno al diez, el sexo ha sido en la parte inferior [risas].

AX: ¿Como es Cumberbatch como un compañero de escena?

PULVER: Es un hombre muy encantador en esencia. También es muy inteligente y tiene una intensidad que es bastante atractiva. En cualquier otra persona, puede ser tan intensa que es demasiado, es repelente. Para él, es completamente nuevo y le importa, él es divertido. Él tiene un gran sentido del humor. También es un escolar público, un colegial británico, y no me refiero a generalizar, pero él y Martin tienen un maravilloso sentido del humor. Los dos son muy ingeniosos, los hombres divertidos. Y también, tiene que estar en la cima de su juego para hacer un espectáculo como Sherlock. Puede tomar más riesgos, y por eso tiene esa libertad. Él tiene una verdadera libertad. Es un ser sensible y es un gran tipo. No puedo hablar mejor de él.

AX: ¿Hubo alguna discusión entre los tres de jugar los no-humanos, ya que Cumberbatch está jugando a un dragón, Freeman está jugando un hobbit y usted a jugado un duende?

PULVER: No, pero hubo un momento maravilloso donde había una foto de una tribu australiana en torno a la danza en el periódico The Guardian. Y Ben lo recorta y [a la gente en la foto] tenía estas máscaras en una de este tipo gracioso de las cosas pies en garra, y me dijo: "Mira, es Martin Freeman en EL HOBBIT" Así que hay una burla muy buena creada con ese tipo de cosas.

AX: Parece que, sobre todo en la televisión británica, cuando los personajes son muy inteligentes, A veces da algunos trabalenguas de diálogos. ¿Tuvo alguna dificultad con alguno de los discursos de Irene, o que le muestre su inteligencia por no hablar?

PULVER: Ambas cosas. Mucho de lo que es Irene es lo que ella no lo dice. Sin embargo, me senté allí en apoyo de Benedict, que tiene este tipo maravilloso de monólogos de análisis para descifrar lo que hace a un ritmo increíble. Pero sí, eso es la bolsa y no la mía, que yo creo.

AX: En el transcurso del juego Irene Adler, que tuvo una escena de desnudo, lo cual pudo vivir sin lo que se ha denominado como ". Prendas de modestia" Había una razón de producción de este ...

PULVER: [SHERLOCK director Paul McGuigan) sólo me dijo: "Esto va a tomar un poco de tiempo para hacerlo, porque si no vamos a golpear las marcas exactamente para cada toma, no podemos usarlo, porque vamos a tener [ problema en la combinación de los disparos en la edición de si alguna de las prendas de protección muestran]. Usted tiene una elección. Podemos hacer eso [tratar de evitar la filmación de la ropa interior de] todo el día, o podemos obtener por si fuera poco y tienes que confiar en nosotros por completo -, obviamente, no podemos utilizar cualquier cosa que usted expondía de todos modos "Y así, es la elección que hice, que yo era, literalmente solo en los zapatos y los pendientes y lápiz labial. Era tan raro. El primer par de tomas, que eres muy consciente de que uno está desnudo y es todo lo que pasa en tu cabeza, y luego, de repente, hay algo que cambia toda la dinámica de la escena en la que estoy desnuda, y de hecho, yo soy el total de energía principal en la escena. Tengo todo el poder. Es como dijo Benedict, es sólo un dispositivo para obtener el control sobre el hombre más inteligente que ha conocido. Así que la segunda se toma por completo de que a bordo, es sólo un dispositivo, por lo que habrá una cierta lleve a donde me dirjo a Martin y yo no iba a continuar la escena, porque era mi línea, hasta que vio mis pechos. Porque pensé que eso es lo que [Irene] iba a hacer. Ella se quedaba allí, ella le haría sentir incómoda por completo y luego se acaba, literalmente, dar en y fuera de él iría. Era como uno a cero. Es un juego completo de ajedrez.

AX: ¿Tuvo que hacer un entrenamiento especial y / o cualquier otra cosa para prepararse para cada escena?

PULVER: Tenía la agenda apretada. Eso era algo que teníamos que hacer. Un amigo mío, Luke Evans, fue en la película INMORTALES. - para los inmortales, pusieron [a los actores] en este régimen de entrenamiento llamado Tabata, que es una forma de entrenamiento de circuito. Es, literalmente, sólo para conseguir que lean y arrancó. Y yo estaba como, "Bueno, no es necesario buscar los gladiadores, pero rápido, me magra y arrancó!" [Risas] Y por lo que envió [el programa de entrenamiento] para mí, y durante unas tres semanas, me lancé en ese tren. Y fue genial, la verdad. Obviamente, tienes que hacer la dieta con él, que era de proteínas y ensaladas o proteínas y verduras cada tres o cuatro horas. Y lo hice durante tres semanas durante el rodaje de Sherlock. Y luego, después de que disparó esa escena, lo de desnuda, lo primero que hice fue cómodamente decir: "¿Quieres un Snickers?" Y me fui, "Yo quiero un Snickers!" [Risas] y compartimos un Snickers como una celebración.

AX: Usted tenía un tipo diferente de desafío en True Blood, en colaboración con el maquillaje de duende. ¿Sabía usted que va en ella que iba a tener que usar prótesis en algún momento?

PULVER: No, no, la historia de duendes se desarrolló más tarde y eso significaba que estaba en la [distribución] silla durante tres horas.

AX: ¿Habías hecho algo así antes?

PULVER: No, yo nunca había usado prótesis antes, y se hizo un trabajo increíble.

AX: ¿Eso tiene un efecto en su rendimiento, te hacen sentir que querías ser más grande o más pequeña?

PULVER: Por supuesto. Bueno, en colaboración con [TRUE BLOOD ]  Alan Ball no te da ninguna licencia para hacer lo que quiera con ella [risas], porque él anima a esa locura, pero definitivamente me dio una licencia teatral.

AX: ¿Está usted en su mayoría con sede en Londres o Los Ángeles?

PULVER: Mayormente, estoy en Los Ángeles. Tengo una casa en los dos. Es completamente basado en proyectos, porque algo que es incluso de América a menudo puede ser filmado en Europa. Es sólo una de esas cosas. Algo que es sede en Gran Bretaña también puedo filmarlo en Sud África.

AX: ¿Hay algo que hacer para relajarse durante el tiempo de inactividad mientras usted está trabajando?

PULVER: Después de un día de grabación, voy a hacer brownies y galletas. A menudo, los llevo a la serie. La tripulación como yo les digo[se ríe]. Los mantiene felices.

AX: ¿Fuiste capaz de hornear mientras estaban en la dieta de gladiadores, o es que hay que evitar hornear durante ese tiempo?

PULVER: Yo estaba en una habitación de hotel, así que no disponen de cocina con el fin de echarse a perder. Un equipo feliz hace a un espectáculo feliz, así que si eso significaba que esa era la alimentación de sus vientres, estaba muy bien.

AX: Usted ha estado trabajando constantemente desde hace mucho tiempo, pero ahora que está recibiendo más atención del público y prensa. ¿Tiene esto algún efecto en su enfoque en su carrera?

PULVER: Lo que más me acaba de vivir el momento, porque [la atención de la prensa] pueden ir y venir. La longevidad para mí lo es todo. Creo que es más sobre el arte y el trabajo, en Reino Unido, seguro. El elemento de la fama, si es que llega, llega. La gente creo que son tontos para convertirse en un actor para ser famoso, porque es un trabajo demasiado duro. Si quiere hacerse famoso, tiene que ir a hacer uno de estos programas de televisión de loca realidad, o lo que sea, pero la actuación no es una profesión fácil, y es gregario y precario y por lo tanto, el elemento de la fama no creo que es una parte de él. Es un trabajo, es un arte. Especialmente para muchos de nosotros [que ir y venir] desde el teatro a la televisión y al cine.

AX: ¿Hay algo más que quieras decir sobre Sherlock?

PULVER: No, no, que sale de la parte superior de mi cabeza. Sólo tienes que mirar. ¡Miralo!


sábado, 21 de abril de 2012

Un cigarrillo más.




Fumar era la única cosa para no pensar en James.

Fumar y apuntar sin sentimientos a cada víctima que le contrataban matar, lo distraía de pensar que en ese momento, a esa misma hora, James podría estar teniendo sexo con cualquier mujerzuela.

Apretó el gatillo de su rifle con silenciador y dio en el blanco. Entonces apagó el cigarrillo y se retiró de allí.

Todo le era sumamente aburrido. Ganaba tanto dinero que le había pedido al otro simplemente retirarse de toda esa basura. Pero siempre lo veía obsesionado por el Detective consultor. El maldito detective 
consultor.

Ya había querido terminar con su vida en varias ocasiones, pero jamás se lo permitía.

En noches como esa, cuando llegaba a su apartamento, y lo encontraba sentado en su sofá. Sabía a lo que venía. Era tedioso como James solo entraba a su departamento cuando cualquiera de sus "chicas" le decía que no y tenía que volver a sus brazos a sentir "consuelo".

Sintió como comenzaba a acercarse y solo soltó un bufido, dejó de lado su maleta donde tenía su rifle en partes y balas. Entonces sintió como le abrazó por la espalda.

No dijo nada. Nunca lo hacía.

Siempre despertaba la mañana después, viéndolo abrazando su cuerpo, dormido como si no fuera la maldita mente criminal más grande del mundo. Era el genio más malvado de todos, y aun así. En esas mañanas le encantaba ver que no hacía nada más que dormir…

Era tan tedioso…

Un cigarro… Un cigarro siempre apaciguaba todo.

Entonces ese día, verlo tumbado en el techo de Saint Barts. Hubiera preferido verlo en su sofá sentado.. 

Nuevamente.. Esperándolo.

Hubiera preferido cualquier cosa…

A tener que sentarse a su lado, por un rato. Mirando a las estrellas.. Porque ahora James ya no estaba…
Hubiera preferido todo menos eso…

Porque ahora ni el cigarro podía apaciguar ningún dolor.

Mural Monero.


Para más información: Moco Comics

Pues espero que puedan ir, Estoy muy orgullosa por que mi hermana y mi cuñado de "Tikiliki Ilustración" Estarán allí.
Así que espero que puedan asistir.

viernes, 20 de abril de 2012


(Photo by:  Harlequin Rain )


Considerando el tiempo que nos dan. ¿Podrás ser capaz de aprovecharlo todo?

Es extremadamente difícil hacerlo, el mayor tiempo te la pasas lamentando el pasado.
Una parte de lo que sobra, te prometes el futuro.
Y solo lo que sobra, te das cuenta de lo que tienes en el presente...


martes, 17 de abril de 2012


Me encontré leyendo en FB y me encontré con un FanFic JohnLock.

Espero que les guste, Tanto como yo estoy disfrutando leyendolo.

Disfruten.



Un recuerdo, Una promesa.
By Frii Wonka.


Un dolor en su pecho, no lo dejaba respirar. Se sentía a morir, más que en otras ocasiones. Había pasado hambre, sueño, dolores, enfermedad, Y todo. Por Frodo. Por ayudarle, y por estar a su lado. Así como bien se lo había dicho Gandalf: - "No pierdas de vista a Frodo, Samwise!" – él se lo había prometido. Y ahora, ante las escaleras de Cirith Ungol yacía un pobre hobbit llorando a merced de la trampa que un ser despreciable le había tendido, para que se apartara de su Frodo… De su… Frodo. Y entonces como un chispazo a su memoria, recordó la primer promesa que le había hecho al castaño.

Hobbiton, The Shire, Otoño. 2995 T.E |

Era un hermoso claro, en Hobbiton, unos pequeños hobbits estaban jugando en los campos.
Entre los árboles, canturreaban historias y canciones de antaño que a veces escuchaban de la boca de Gandalf el gris, o el Señor Bilbo, en las reuniones en la casa de bolsón cerrado.
Cuatro hobbits, divertidos, jugaban y subían, corrían y saltaban entre los senderos del camino. Unos eran primos, el otro era su primo lejano y el hijo de su jardinero.
Los cuatro eran grandes amigos, y aun que vivian dos, más lejos que los otros, siempre se reunían lo más cercano posible para contar sus relatos, o avisparse en aventuras imaginarias que solo a ellos les concernía.
Ya en la noche, cada quién se encaminaba a sus pequeños agujeros Hobbits, Pippin y Merry, y Frodo y Sam Cada uno por su lado, era bienvenido siempre para descansar y poder reunirse al siguiente día.
– Mr. Frodo?
– Sam, Solo dime Frodo, somos amigos. – Inquirió un hermoso hobbit, de piel blanquecina, tenía no más de 12 años, era bajito, al igual que los demás hobbits a esa edad, tenía los ojos azules color del cielo, y una hermosa sonrisa en el rostro, que le llenaba el corazón al otro.
– Pero, me da mucha vergüenza, además si mi padre me escucha hablarle de "Tú", seguramente me regañará. – Se rascó con algo de nerviosismo el brazo izquierdo, recordando a su padre y sus severas palabras cada que lo regañaba, o le daba buenos consejos.
– Pero aquí no está tú papá, Solo estamos tú y yo… ¿O no me consideras tu amigo?
– No, No! No piense eso!, ni por un segundo! – Este se paro frente a él tomándole de las manos, apretándolas hacia su pecho – Usted es mi mejor amigo, y por eso le hablo así, Le tengo mucho respeto!
– Vamos Sam – Se separo de él riendo. – Tenemos Doce años, No tenemos una larga vida, como para que me tengas un respeto tan grande, Somos niños! – comenzó a correr y se tiró junto a un árbol, era de noche, pero ya estaban cerca de sus casas, se veían las luces a lo lejos, de aquellas velas que alumbraban el camino, y el olor al pan recién hecho, al igual que la bebida que se encontraban bebiendo, humo de pipa y resino de árboles se entremezclaba. – Y cuando sea mayor, tal vez consiga respeto de todos, Así como Bilbo!
– Usted tiene un gran futuro Mr. Frodo. – Se sentó justo al lado de él mirándolo con dulzura, mientras el otro miraba hacia el cielo en el que pequeñas y resplandecientes estrellas comenzaban a nacer en el mismo. – Yo estoy seguro de eso, Usted logrará muchas cosas.
– ¿Tú lo crees?, Sueño con tener alguna aventura como Bilbo! – Se levantó muy emocionado, tomando una vara del suelo, simulando una espada y golpeando al aire- Quiero pelear con dragones, Trolls, Orcos! Encontrarme a ese tal "Gollum" y matarlo!, Caminar por las montañas nubladas, atravesar Rivendell, conocer Gondor y Rohan! –Este sonreía con suma alegría y un fuego en sus ojos le iluminaba la esperanza – Quiero utilizar mi vida en descubrir cosas nuevas y aprenderlas!
– Yo se que lo hará Mr. Frodo, creo mucho en usted.
– Ay Sam… – Se sentó junto a él y le miró con mucha alegría – Tu vendrás conmigo verdad? A mis aventuras, aun que creo que será arriesgado!, mejor no, quédate, tú tienes que casarte y tener unos hermosos hijos.
– ¿Hijos? Mr. Frodo, Yo no quiero tener hijos!
– ¿Cómo que no Samwise Gamgee? Los niños son muy… Lindos no?
– Sí, sí, pero yo no quiero casarme, no ahora!
– Por supuesto que no ahora, cabeza de troll! –Se rió a carcajadas Frodo. – Tampoco creo irme ahora.
– No quisiera que se fuera… – Dijo Sam con un poco de tristeza, a lo que al corazón de Frodo le hizo conmoverse y abrazarlo, tumbándolo al suelo.
– No me separaría de Ti, Sam!
– ¿Pero si usted me quiere alejar?
– ¿Y yo por que querría hacer eso? No seas ridículo Sam, Yo te quiero mucho! Como mi hermano, o no sé! – Se adelanto dándole un beso en la mejilla para después levantarse ayudándolo de igual manera, tomándole de la mano, El rubio se había sonrojado de sobremanera. Era común que los Hobbits, y cualquier otra raza, se mostrara ese tipo de cariño, pero para Sam con Frodo era bastante diferente.
– Pero…
– Vamos Sam, Si algún día me voy, vedarás conmigo, y yo me quedaré en Rivendell o no sé en donde más.. – Miró hacia el cielo, preguntándole a las estrellas en qué lugar debía ser el indicado para descansar el resto de sus días, cuando llegara a ser mayor. – Pero tú tienes que volver, casarte con la más hermosas de las hobbits, y tener bonitos hijos a los cuales le contarás historias sobre nuestras aventuras!
– ¿Y por qué usted no?, ¿Por qué no contarle sus historias a sus propios hijos?
– Porque, mi querido Sam – Se acerco a él tomándolo del hombro – Yo, como Bilbo, soy un hobbit libre, y no tendré nunca, nunca hijos!, además no necesito amar a nadie! Te amo a ti! –rió y comenzó a caminar despacio, dejando a un atolondrado rubio.
– ¿Disculpe?
– Ya lo dije Samwise, No lo repetiré, y es por eso que jamás me alejaré de ti.
– Yo también lo amo mucho, Mr. Frodo, Tal vez no de la manera que usted me ama – Pues el rubio pensaba quien era un amor de amigos. – Pero lo amo mucho. Y prometo también jamás alejarme de usted.

Minas Morgûl, Escaleras de Cirith Ungol, Actualidad. |

Él sentía en el pecho ese pesar, de haber roto aquellas promesas lejanas, que aun que estaba totalmente en desacuerdo, no podía hacer nada ante la voluntad de dejar ir a su amo, Con ese tal.. "Gollum", como desearía haberle arrebatado ya la vida, y que los dejará de una buena vez.
Seguía bajando, con el corazón hecho pedazos, y al momento de dar un paso en falso, cayó unos pocos centímetros abajo, dándose en el estomago, y perdiendo un poco de aire, ahora sintiendo más dolor físico que emocional, abrió los ojos, para encontrarse con el pedazo del Pan Lembas ahí destrozado. Una furia le embargaba desde la punta de los pies peludos, hasta el más pequeño de los cabellos rubios en su cabeza. Los ojos se le llenaron de rabia e ira, cuando comenzó a subir de nuevo las escaleras.
Ahora, necesitaba alcanzar, exterminar a aquel carroñero que le había alejado de su Frodo. Y protegerlo, para ayudarlo a llegar al final, a la meta concebida.

lunes, 16 de abril de 2012

Hay varias cosas por las que el 2012 me gustarán.

Primero The avengers, que se estrena ya a finales de esté mes.
También afinales de esté año. Creo que me ha llegado gracias a Elanilloúnico.net Por Diciembre. Se estrenará El Hobbit [Que a mi parecer la he estado esperando desde que leí el libro.. ]

Y en la radio, He escuchado que habrán conciertos. Siempre escuchó ¡Ya parate!, La corneta Y a Toño esquinca. [Unos en Los40Principales y al otro en Alfa91.3 ]

De Radiohead

Y De Coldplay


Sé de algunos otros.. Pero no lo recuerdo ahora ^^U... Bueno, cuando lo recuerde les aviso. See you.







Kumi Yamashita

No me dejes John...

No me dejes John.

By FriiWonka


"John…" Su respiración comenzaba a faltar.

"John!..." Sus ojos comenzaban a cerrarse…

"John!" El frío comenzaba a embriagarlo.

Entonces… Se dejó ir.

Era una fría mañana como siempre en Londres. Sherlock había ido a investigar, todo estaba terriblemente calmado. No sabía ni el porqué de aquello. No soportaba estar sin hacer nada, no desde que habían peleado una vez más. Desde que se habían confesado. Entre bien y mal, su relación comenzaba a decaer. Poco a poco Sherlock comenzaba a alejarse de él. Y no le gustaba…

Salió tomando su chamarra, colocando sus llaves en la bolsa y con un largo suspiró camino por la calle, vagando. Saludando a aquellos que conocía. Ignorando a los que no. Llego hasta el parqué y un mensaje de Sherlock le llamó la atención. Sabía que era de él, porque había cambiado el tono solo para él. Que estúpido. Pensó.

Levantó el teléfono hasta su vista y decía "Ven, tenemos que hablar. – SH" Y sudó frío. Ya sabía lo que estaba por venir. Miró al cielo deseando que nada de eso hubiese pasado en un principio. Deseando que jamás le hubiese confesado nada. Deseando ni siquiera sentir nada por el otro… Deseo muchas cosas, y entonces se levantó caminando. Le mensajeo preguntando su locación, y como siempre, estaba en Scotland Yard. Como suponía.

Lestrade le sonrió y le señalo que Sherlock acababa de salir, entonces rodó sus ojos y caminó hasta donde le había indicado que había salido. Entonces como una sombra, lo vio… Estaba parado casi a un metro de distancia de la salida de Scotland, fumando… Hacía mucho que no lo veía fumando, y eso le puso todavía más nervioso.

Acercándose a él a paso lento y pesado esperando a que todas esas malas noticias, o las simples palabras "Tenemos que terminar" Le cayeran encima como miles de piedras. Se paró a su lado mirándolo de reojo sin decir nada.

Tardaron más de cinco minutos hasta que Sherlock habló.

–John.

–Dime, Sherlock.

–He estado pensando.

–Ajá.

–Sobre lo nuestro… –Inspiró nuevamente a su cigarrillo cerrando los ojos y disfrutando de aquella nicotina que necesitaba.

–¿Y?... –Las manos comenzaban a sudarle, sentía que en cualquier momento podría morir.

–Al principio creí que lo nuestro simplemente era solo una historia de fantasía… Y solo eso. Pero… John. – Se terminaba el cigarro abriendo los ojos de nuevo y lo tiraba al suelo, pisándolo sin piedad. – Yo te amo, John. No sé como llegue a hacerlo, ni siquiera pensé que tendría los sentimientos para hacerlo. Pero lo hago y vaya que lo hago.

–Yo también te amo… Sherlock. – Una gran carga comenzaba a caer de sus hombros, y nuevamente la nube que cubría su esperanza comenzaba a desaparecer.

– Estas semanas ha sido bastante aburrido. Sin ti en mis investigaciones, y no sé porqué pero.. Creo que ya no quieres estar conmigo.

–No, no, no Te equivocas. Yo pensé que tú eras el que ya no quería estar conmigo… – Un malentendido, que idiota… Pensó.

Ambos se dieron una gran sonrisa y regresaron caminando a Baker Street, tenían que seguir hablando de aquello, pero tenía que ser más privado. Además de que Sherlock tenía que ponerlo al tanto de aquel caso que ahora tenía.

John solo lo miraba, con aquel profundo amor y admiración que siempre le había tenido, casi sin entender lo que decía porque sus ojos simplemente no captaban más que a él y a su presencia.

Sherlock solo hablaba por inercia, porque no sabía que más hablar, no sabía cómo expresarle el que le amaba más de lo que su pobre corazón podría aguantar. Que no sabía encontrar las palabras correctas para decirlo bien. Que ese era solo un pretexto para llamar su atención.

– No seas tonto John, Es evidente! –Entonces llegaron frente a su puerta, y los ojos de Sherlock captaron su puerta entreabierta. Era evidente… Había alguien allí dentro. No temió por Mrs Hudson, por que se había ido de vacaciones con aquel novio que ya tenía, hecho una mirada a John, y el otro no se había dado cuenta. Como siempre, así que le señaló por un instante y entonces el rubio captó.

Subieron lentamente las escaleras, John sentía en el cinturón su pistola, nunca la dejaba. Su bendita costumbre.

Llegaron hasta la sala y nada… No había nada. Es más, todo estaba en su lugar. Se miraron a los ojos y una risa sonó detrás de ellos. Ambos seriamente volvieron la mirada, y allí estaba. Como un fantasma, un hombre detrás de ellos.

– Hola, Sherlock. – Sonrió de medio lado, su psicosis se le notaba a kilómetros. Entonces en un acto protectivo, John con su mano hizo para atrás a Sherlock. Al ver que el otro sacaba una pistola, él también saco la suya. – Vaya.. El Dr Watson siempre con sus sorpresas.

– ¿Quién eres? – Replicó el rubio.

– ¿No me recuerdas Sherlock? – Lo miraba. – Una vez te pedí tu ayuda… Y no me ayudaste. Iba a ser condenado a muerte, pero escapé. Por tu culpa, no me exoneraron y mi familia no me quiso aceptar de nuevo… Ni mis amigos hablarme. Nadie… Y entonces.. Ya te encontré.

– No es mi culpa que seas un psicópata.

– Y mira quien dice de psicópatas cuando no salva a alguien de pena de muerte!

– No estás muerto. – Lo miraba desafiantemente y el otro le apuntaba a la cabeza. John se comenzó acercar lentamente al lado de Sherlock apuntándole igualmente al que le amenazaba.

– Baja tu arma.

– No. No tengo nada que perder, lo mataré a usted , mataré a Sherlock Holmes Y después me mataré yo.,

– Si intentas tan siquiera apretar el gatillo te mataré.

– Veamos quien es más rápido.

– Tranquilos todos. – Insistió el pelinegro, tenía miedo de que el rubio y el otro se dispararan, no podría lidiar con eso. Que le importaba si lo matarán a él. A John no lo podrían tocar. – L-Lo siento… Por no ayudarte… Por favor. Baja tu arma.

– Oh.. ya… Lo siento… – Bajó su arma y volteaba su cuerpo dándoles la espalda. John y Sherlock se miraron extrañados. – Lo siento por esto… – Volteó con un movimiento rápido y disparó. John Alcanzó a responder el disparó y saltó protegiendo as Sherlock.

El hombre que había disparado primero caía lentamente al suelo, mientras un charco de sangre comenzaba a hacerse visible debajo de él.

En sus brazos, John trataba de contener el dolor que ahora sentía justo al costado, alzó su mano y estaba llena de sangre. Dios.. como dolía. El moreno se había quedado en Shock, Por primera vez no pudo hacer nada para proteger a John. Se había quedado pasmado al momento del disparo, intento agacharse, pero John había sido más rápido que él. Lo colocó en el suelo presionando y con sus manos temblorosas comenzó a marcar el teléfono de Lestrade. El de Molly, el de la ambulancia, el de cualquier maldita persona que viniera a ayudarle.

– Vas a estar bien… Vas a estar bien. – Repetía una y otra vez al rubió mientras este comenzaba a perder el color de su piel.

– No… Sherlock. No voy a estar bien. – Lo sabía. Había visto en la guerra un montón de heridas así que intentó curar, pero habían desgarrado varias cosas dentro y él lo sentía. Sentía que si cerraba los ojos, no los volvería a abrir. No volvería a ver al moreno. No quería dejarlo así.

– Cállate John.. No digas esa tontería. Estarás bien… – Un dolor punzante comenzaba a doler en su pecho, un mal presentimiento.

– Sherlock.. Te amo…

– Yo también, John.. Oh John.. No, por favor… No cierres los ojos, Yo te voy a cuidar… Te cuidaré por favor.. no me dejes… – Sentía como las lágrimas comenzaban a invadirle la cara y caían hasta el rostro del rubio, entremezclándose con las ajenas. Mientras John ya le costaba hablar, solo levantaba una mano para acariciarle por última vez el rostro y sonreírle.

– Cuídate, Sherlock… – Acercó al moreno a su rostro, dándole un último beso, como la primera vez que probó sus labios y cerró los ojos.

Escuchó su nombre en la oscuridad, No le gustaba dejarlo así. Jamás le había gustado dejarlo así… Pero su cuerpo le traicionaba, Le traicionaba porque ya no lo quería dejar cuidar de Sherlock. Le traicionaba porque ya no le dejaba amarlo… Y odiaba a su cuerpo por no resistir.

Llegaron Lestrade y un grupo de paramédicos un poco de tiempo después, y lo que encontró le partió el corazón. Sherlock estaba llorando y gritaba el nombre del rubio, abrazándolo fuertemente ya ferrándose al cuerpo sin vida que tenía entre sus pálidas manos, lleno de sangre en estas viendo que había intentado parar la hemorragia fatal. Y del otro lado, el cuerpo inerte del agresor con el arma en manos.

– Lestrade.. Lestrade! Sálvalo, sálvalo. – Estaba en Shock, Los paramédicos intentaron sentir el pulso de John. Pero ya no existía. – Son unos inútiles! Aléjense de él! –Los empujó con fuerza abrazando nuevamente al rubio. Lestrade aun con el corazón en una mano y con ayuda de otros oficiales lo apartaron del cuerpo, para que se los pudieran llevar.

Ya no estaba…

John ya no estaba…

El dolor que le causaba eso, no lo podía dejar vivir. Ya no sabía como vivir…

Durante semanas, después de ello. No aceptó ningún caso.

No aceptó ninguna visita.

Volvió a sus drogas.

Pero entonces una noche. Mientras había estado tan drogado que no sabía si estaba dormido o despierto vio como una luz a su amado que volvía por él… El rubio se acercaba con aquella tranquilizante y grata sonrisa, tomándole de la nuca, protegiéndolo de si mismo.

– ¿Qué haces Sherlock?...

– No sé… ¿Por qué John?...¿Por qué te fuiste? ¿Por qué me duele?

– Por qué eres humano.

– No lo quiero ser.. No sin ti.

– Pero si yo estoy aquí.

– No es cierto… No me mientas.

– Tal vez no me veas. Pero siempre estoy aquí, Sherlock… La muerte solo es un camino por el cual todos tenemos que cruzar. Y cuando llegue tu momento, te estaré esperando al final de el camino, para que nos vayamos juntos. ¿Si?... Pero no apresures tu momento. Por favor.

– John…

– Sherlock, Debo irme… – Se acerco dándole un beso en los labios. Dios, se sentía igual de cálido como todas las veces que el moreno lo había besado. – Recuerda siempre que te amo, y siempre te amaré.

– Yo también te amo John. Con mi vida…

– Prométeme que no te dejarás morir.

– Yo…

– Promételo…

– Lo prometo.

– Me alegra… – Sonrió de nuevo y se levantó para irse. – Hasta nuestro siguiente encuentro Sherlock.

Después de aquella noche, Sherlock dejó cualquier rastro de mal hábito, y volvió a ayudar con los casos. Volvió a ayudar en lo que pudo. Vio muchos años pasar, esperando y esperando.

Hasta ya siendo mayor y retirado. Una noche, mientras dormía. Volvió a soñar con John.

– ¿Estás listo?

– ¿John?..

– Sherlock.. – Le extendió la mano.

– He esperado tanto… – Le tomó la mano.

– Y yo también… – Sonrió apretándole la mano y cruzaron aquella luz, y de repente aquella arrugada y cansada piel volvió a ser lo que era antes. Tan pálida y fina como cuando joven. Y así ambos volvieron a encontrarse.

Bonne Nuit

Erase una vez una pequeña muñeca que solía escribir para el mundo.
Escribía para ti. Escribía para mí.

Entonces un día... Intento esto.


Bienvenidos a mi Blog~